Miriam González

No puedo estar más agradecida a mis padres por haber elegido este colegio para que estudiase. Tuve la suerte de poder estar desde los 2 años hasta los 17. Tuve una gran educación, grandes valores me inculcaron, grandes amistades se forjaron dentro de esas paredes. Esfuerzo y dedicación, entrega por parte de cada uno de los profesores.
Durante todos esos años las madres, siempre nos trataron como a hijas, ayudándonos y acompañándonos, guiándonos para poder afrontar lo que vendría después, nos educaron para la vida.
Ya hace años que dejé el colegio y durante todos estos años sigo manteniendo el contacto, suelo ir la mayoría de los meses a visitar a las Madres. Siempre te reciben con los brazos abiertos. Qué bonito es volver al lugar que siempre fue tu casa. Porque pasarán los años que pasen y Santo Domingo 21, la Niña María y Santa Juana siempre tendrán un gran hueco en los corazones de todas y cada una de las alumnas que hemos pasado por este colegio.